El sueño es fundamental en la salud del ser humano para tener una función cerebral saludable, mejorar el estado de ánimo, entre otros, pero hay diversos factores que pueden afectar nuestra calidad del sueño como tener niveles altos de estrés, nuestro estilo de vida o incluso por enfermedades respiratorias que dificultan la respiración lo que trae como consecuencia los malos hábitos alimenticios y enfermedades.
La falta de sueño influye en las hormonas que interactúan con nuestro metabolismo, en la regulación del apetito y cómo se genera la respuesta al estrés del día a día, produciendo una ganancia de peso en nuestro cuerpo. Las dos hormonas implicadas en esta relación sueño-alimentación son:
· La grelina, envía la señal de hambre a nuestro cuerpo.
· La leptina es la hormona encargada de generar la sensación de saciedad.
Las personas que duermen menos de 5 horas tienden a tener una alteración en estas hormonas, produciendo bajos niveles de leptina y elevadas concentraciones de grelina, lo que muchas personas presentan más antojos específicamente en alimentos dulces y grasas. Por otro lado, la hormona del estrés, el cortisol, tiende a elevarse por la falta de sueño, contribuyendo a la sensación de hambre.
Establecer horarios de sueño, al igual que en sus comidas va a permitir que tenga una mejor calidad de vida, lo que evitará padecer de enfermedades en un futuro.
Artículo por: Licenciada Estephanie Aráuz, Nutrición y dietética en Grupo CEDITER
Para citas de nutrición 209-5632
Whatsapp 6528-3995